Un trauma acústico es como se conoce a la sordera provocada por una exposición a ruidos demasiado intensos. ¿Sabías que las lesiones auditivas no se manifiestan siempre en el momento en el que son causadas? A veces, en el caso de explosiones muy fuertes, la sordera puede aparecer tiempo después y en distintos grados.
El trauma acústico se refiere a este tipo de lesión, originada por la exposición a una fuente de sonido demasiado intensa y que deriva en pérdida auditiva. Seguro que te resulta familiar este fenómeno: muchas personas lo experimentan tras una exposición reiterada a ciertos ruidos, como tras asistir a un concierto con los decibelios demasiado altos o incluso en determinadas profesiones acústicamente poco amables.
Si dejamos que estas situaciones sigan perturbando nuestra audición, es probable que esto acabe convirtiéndose en una alteración auditiva dentro de una frecuencia alrededor de los 4 kHz. Esto quiere decir que no podremos oír los sonidos en un rango de tonos de frecuencia alta.
Además, los traumas acústicos pueden tener otras consecuencias para nuestra audición que dependen del nivel de intensidad y del tiempo de exposición al ruido, como por ejemplo la perforación del tímpano, acúfenos o zumbidos en los oídos.