La otoscopia es el examen del oído desde su parte más externa hasta la más interna. El profesional auditivo que realiza esta prueba examina desde la oreja hasta el tímpano. La otoscopia cumple una función muy clara, sirve para detectar la otitis y otras patologías auditivas. Se realiza sin ningún tipo de dolor y sin molestias para la persona que está siendo examinada.
El médico de familia o pediatra examina y revisa el oído para detectar infecciones auditivas y otras patologías del oído. Con esta sencilla prueba médica se puede explorar desde el conducto interno del oído hasta la membrana timpánica.
Para el proceso de examinación del oído, el médico, el pediatra o el otorrino -los profesionales que suelen hacer esta revisión- utilizan un otoscopio. Una especie de bolígrafo con un grosor de unos 2 cm con un cabezal hueco. Este instrumento posee también una pequeña luz interna para poder visualizar toda la cavidad auditiva. El extremo del cabezal es la parte del aparato que se introduce en el oído.
La otoscopia es la prueba más normal para detectar la otitis y la que más información auditiva proporciona en relación a la detección de infecciones auditivas, tumores o los primeros indicios de roturas de tímpano.
A veces, esta revisión de oído se hace también con video y en algunos casos, cuando se trata de casos graves, conviene someterse a otras exploraciones como por ejemplo, la resonancia magnética. Con ella, obtendremos una información más detallada y precisa de la parte interior del oído.
Ahora que ya sabes qué es la otoscopia, tienes que conocer la diferencia que existe con la audiometría, otra de las pruebas básicas audiológicas que nos avisan de posibles problemas de oído.
Una de las primeras diferencias que saltan a la vista es que la audiometría la realiza el audioprotesista u otorrinolaringólogo y su función principal es saber si el paciente está perdiendo audición. La audiometría tonal evalúa la capacidad para escuchar sonidos con claridad. En cambio, la otoscopia se centra en descubrir si el paciente está atravesando un período de infección en el oído o de otras patologías auditivas y la pueden realizar tanto el médico de cabecera, pediatra, otorrino. Están muy acostumbrados a realizarlo diariamente.
Ambas pruebas son esenciales y recaban mucha información sobre la salud de los oídos.
Conviene realizarla en estos casos, según WebConsultas: