Si te preguntas qué es la mastoiditis, su definición es la infección del hueso mastoide del cráneo, es decir, de la apófisis mastoides. Este hueso se ubica detrás de la oreja y es por eso que guarda una relación con el sistema auditivo.
Las causas de esta patología del oído hay que buscarlas en las infecciones de oído. Aparece cuando la persona desarrolla una infección del oído medio o lo que es lo mismo, una otitis media aguda. Por lo general, la mastoiditis se da con mayor frecuencia en los niños que en los adultos.
La otitis suele aparecer en invierno cuando desarrollamos un catarro o constipado o con la llegada de la gripe. En ese momento en el que hay un cambio de temperaturas y llega el frío. También se desarrolla con mayor asiduidad en verano debido al contacto casi permanente con el agua de la piscina o de la playa, y a la humedad y las altas temperaturas.
Éste último es el principal síntoma de la mastoiditis.
El tratamiento más común que se aplica a la mastoiditis es a través de antibióticos. No siempre surten efecto, ya que pueden no alcanzar la profundidad dentro del hueso mastoideo. Si se trata de una infección leve se aplicarán por vía oral, y si nos encontramos ante un caso severo, se inyectarán por vía intravenosa (con suero) y mediante el ingreso ambulatorio. La recomendación es acudir siempre al pediatra o al otorrino para que evalúe cada episodio. Y en el caso de que los antibióticos no funcionen, el último paso sería recurrir a una operación del niño para que la pus salga hacia fuera.
De lo que no cabe duda es de que cuando una otitis se complica, puede derivar en mastoiditis.