Según indica la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL) una audiometría es la prueba fundamental en una consulta de otorrinolaringología.
Podemos diferenciar dos tipos de audiometrías: audiometría tonal y audiometría verbal, aunque en este término del glosario nos centraremos en esta última.
En la audiometría tonal el paciente debe permanecer en una cabina insonorizada con unos auriculares puestos. El objetivo de la prueba es medir su umbral de audición a través de la emisión de distintas frecuencias a las que el paciente debe dar respuesta.
En una audiometría se analizan factores como la tonalidad del sonido y se identifica el umbral auditivo que se pueden medir de 2 maneras diferentes: por vía aérea o por vía ósea.
Este tipo de audiometría tonal es la más habitual y es conocida coloquialmente como audiometría, a secas.
Las ondas sonoras viajan por el conducto auditivo, desde el oído externo, haciendo vibrar los huesecillos en el oído medio y desembocando después en el oído interno, momento en el que consideramos que se produce la audición.
Este tipo de transmisión del sonido se conoce también como conducción aérea.
El sonido también puede llegar al cerebro a través de los huesos que se encuentran detrás del oído. Este tipo de transmisión del sonido se conoce como conducción ósea.
Para hacer una audiometría por vía aérea, es necesario que el paciente se sitúe en el interior de una cabina insonorizada. Una vez dentro, taparemos un oído y se comprueba si se escuchan todos los sonidos por el otro.
A continuación se colocan auriculares en ambos oídos y se evalúa la capacidad auditiva de cada uno de ellos por separado, probando varios sonidos a diferentes intensidades.
Para evaluar la audición por vía ósea se utiliza un objeto que vibre, por ejemplo un diapasón, que es golpeado suavemente y se coloca cerca de cada una de las orejas para evaluar la capacidad auditiva.
A continuación, se vuelve a golpear el diapasón y se coloca sobre el hueso mastoideo, que está situado detrás de cada oído, para comprobar el funcionamiento de la conducción ósea.
Gracias a la audiometría por vía ósea se puede detectar, por ejemplo, la hipoacusia o pérdida de audición a una edad temprana.
En el caso de que en la audiometría se detecte algún grado de pérdida de audición, nuestros audioprotesistas especializados realizarán un diagnóstico detallado de tus síntomas y te asesorarán sobre los audífonos de última generación perfectos para hacerte recuperar la audición y todos esos sonidos y conversaciones tan importantes en tu vida.