La audición es la percepción de las ondas sonoras y que primero pasan por la oreja para luego llegar a los conductos auditivos externos y chocar con el tímpano, que vibra con ellas. Es uno de los 5 sentidos del ser humano y está en funcionamiento las 24h del día, ya que en cualquier momento percibe los sonidos que se producen. Para poder comunicarnos con lo que nos rodea y estar atentos a todos los ruidos de nuestro alrededor es imprescindible tener buena audición. La audición es posible gracias a unos procesos psico-fisiológicos que se desarrollan en el oído humano.
Implica procesos fisiológicos, por la estimulación de los órganos de la audición, y también procesos psicológicos, por el acto consciente de percibir sonidos.
Las ondas sonoras entran por el oído externo y hacen que comience a vibrar el tímpano. Éste a su vez hace que, después de él, comiencen a vibrar los tres huesecillos, conocidos como yunque, estribo y martillo. Estas pequeñas oscilaciones siguen viajando a través de la ventana oval hasta conseguir mover los líquidos existentes en la cóclea o caracol, perilinfa y endolinfa, deformándose así las células ciliadas del interior. Finalmente, estas células son las encargadas de transformar las vibraciones en impulsos eléctricos que llegan hasta el nervio auditivo y de éste a la corteza auditiva, que se encarga de interpretar los sonidos.
La pérdida de audición, por otra parte, es uno de los problemas de salud más comunes. Afecta a personas de todas las edades, sin embargo, la edad es el factor más determinante en lo que a pérdida auditiva se refiere.
Cuando una parte del oído externo o medio impiden que las ondas sonoras se transmitan al interior. Se puede corregir con el uso de un audífono.
Se produce cuando hay ausencia o deterioro de las células ciliadas. Suele ser permanente y su intensidad puede ser leve, moderada, severa o profunda. Dependiendo de su gravedad puede corregirse con el uso de audífono, con un implante coclear o con cirugía.
Es la combinación de las dos anteriores, y se produce por un fallo en el oído medio o interno.
Se produce cuando hay un deterioro o ausencia del nervio auditivo. En este caso la sordera es permanente y bastante profunda.